Según el analista político, Alberto Acosta, el próximo presidente del Ecuador deberá afrontar dos retos esenciales para mejorar la economía del país: poner en orden las cuentas fiscales y controlar el gasto público. Considera además peligroso usar los fondos del Banco Central, pues esta acción desataría el fin de la dolarización y sumergiría al Ecuador en una profunda crisis.