El primer mandatario se pronunció respecto a la decisión del CAL de no calificar el proyecto de Ley para Defensa de la Dolarización enviado por el Ejecutivo. Mencionó que el CAL no tiene atribución para determinar si un proyecto de ley es inconstitucional o no. Al contrario, sus competencias se limitan a verificar el cumplimiento de los requisitos formales del proyecto de ley, sostuvo.
El pasado miércoles 10 de febrero el Consejo de Administración Legislativa negó la propuesta de proyecto de Ley para Defensa de la Dolarización enviado por el Ejecutivo. El presidente Lenín Moreno se pronunció este martes 2 de marzo, respecto a la decisión del CAL de no calificar el proyecto de Ley para Defensa de la Dolarización indicando que El Consejo no tiene atribución para determinar si un proyecto de ley es inconstitucional o no pues sus competencias se limitan a verificar el cumplimiento de los requisitos formales del proyecto de ley, según lo dispuesto en el art. 56 de Ley Orgánica de la Función Legislativa, dijo el Primer Mandatario en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
Asimismo, mencionó que la Asamblea tiene la potestad y la responsabilidad de tratar un proyecto de ley. Solo luego de eso puede pronunciarse para aprobar o negar, pero la Asamblea no puede, a través de un órgano administrativo conformado por 7 legisladores, rehuir su responsabilidad de analizar y tratar una ley, aún más si se trata de una Ley Económica Urgente
Sobre el mismo tema el lunes 1 de marzo, Mauricio Pozo, Ministro de Economía, reaccionó e indicó que habría quienes no están de acuerdo en cuidar el sistema monetario del Ecuador por lo que a través de un comunicado expuso: “El Gobierno Nacional y El Ministerio de Finanzas, comprometidos con la protección del sistema monetario del país, enviarán, a la Asamblea Nacional, para el tratamiento de la Ley #Defensa De La Dolarización las veces que sean necesarias. El ejecutivo aclaró que el objetivo de un proyecto de ley es, precisamente, que la Legislatura cumpla con su deber de revisarlo, debatirlo, perfeccionarlo o modificarlo si fuese necesario, pero no rechazarlo de entrada.