La Empresa Furukawa demolió un campamento protegido con medida cautelar y desalojó a un trabajador víctima de esclavitud moderna. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos condenó este acto y exigió a la Defensoría del Pueblo, velar por los trabajadores para que sus derechos no sigan siendo vulnerados.
La empresa Furukawa Plantaciones C.A. del Ecuador demolió un nuevo campamento dentro de la hacienda ubicada en el kilómetro 33 de la vía Santo Domingo-Quevedo. En este campamento, vivía Manuel Torres, abacalero que ha trabajado para la empresa durante años y que continuaba en resistencia en el mismo lugar. La empresa aprovechó que debió salir a visitar a un hijo en Quevedo para cometer este nuevo acto. Hasta el momento, el trabajador afectado no ha recuperado sus pertenencias que fueron sustraídas por la compañía e incluso dentro del campamento hay rastros de que algunas fueron incineradas.
Según la víctima, el Gerente de Producción de la empresa, Byron Flores, exviceministro de Agricultura, junto al menos seis guardias privados armados, justificaron esos abusos. El trabajador se instaló al costado de lo quedó de su casa quemada.
Estos hechos que violan las medidas cautelares dispuestas por un juez, precisamente para evitar más desalojos, fueron denunciados por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos. Este organismo además exige al sistema judicial, tomar una acción contundente y oportuna contra la empresa y el estado ecuatoriano. De igual manera exhortó a la Defensoría del Pueblo a acompañar a las víctimas y velar porque sus derechos no sigan siendo vulnerados. Estos hechos serán puestos además en conocimiento de los Mecanismos Especiales de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas que hacen seguimiento de este caso.